viernes, 20 de mayo de 2011

30 años

Hoy cumplí treinta años, comienzo a abandonar la juventud y entro en esa fase de madurez en que empiezas a pensar en hipotecas, familia, hijos, etc... el tiempo pasa rápido.
Sin embargo hoy precisamente, hoy, el mundo me ha mostrado toda su crudeza. Decidido a celebrar con los amigos esta fecha me he lanzado a la calle y ella me ha mostrado su realidad poca veces mostrada por los medios de comunicación. Volvía para casa a altas horas de la madrugada y me he encontrado con una escena particular, un vecino salia a la ventana a quejarse del ruido que un joven estaba haciendo que le impedía dormir. El susodicho joven le ha comenzado a responder, a lo cual otros jóvenes que no pasarían de lo 20 años y con unas pintas que a algunas personas prejuiciosas les harían cambiar de acera, un negro, uno con rastas y demás le han comenzado a espetar al sujeto que el vecino tenia toda razón de quejarse que se merecía descansar y que no tenia ningún derecho a armar ningún numerito, ante lo cual el joven ha seguido portestando, pero ha bajado la cabeza y se ha marchado.
He seguido el recorrido a mi casa y me he desviado para ver la acampada en la plaza del pilar de los "indignados"y lo que he visto me ha roto el corazón. Centenares de jóvenes que no pasaban de los dieciocho acampados, algunos sin tan siquiera tienda de campaña, durmiendo a la intemperie, una decena de los cuales barriendo el suelo para no dejar ninguna colilla, papel, basura que altere el orden. Ha sido demasiado para mi porque yo como militante durante más de doce años no viví una acampada así ( y viví de primera mano que recuerde algunas importantes como contra el pHN, pantanos, la LOU...) y la tristeza me embargo, y ya reflexionando sobre ello llore porque comprendi que por mucho que lo intentamos fracasamos.No conseguimos dejar a la generación que viene detrás un mundo mejor que el que recogimos, condenándolos a una vida como la actual, en la que un joven que acaba sus estudios no espera más que engrosar unas listas del paro de las que no tiene ningún derecho por no haber cotizado nada o en el mejor de los casos a aceptar un contrato de semiesclavitud con alguna empresa que no le pagara más de 500 euros en la modalidad de becario.
Y llore porque entendí que estos indignados de hoy,representan la única dignidad de nuestra sociedad,ya que se han encontrado con una situación de la que no son culpables y sin embargo luchan con la rabia y la razón suficiente que nos falto a nosotros.En una sociedad que lo habitual es tachar a los jóvenes de vagos, ociosos, maleducados despreocupados creo que es de recibo darles las gracias por demostrarnos que lo que aceptamos nosotros como inevitable es posible cambiarlo. Tras pensar en esto mis lágrimas de se transformaron en una sonrisa de gratitud hacia aquellos que vienen detrás de nosotros demostrándonos que si que hay futuro, y son ellos... Gracias por todo

2 comentarios:

octubre17 dijo...

Nota: el texto lo publique la misma noche del 20 al 21. Pero me arrepentí y lo quite a los pocos minutos porque temí no estar en las mejores condiciones para publicarlos (sabado 5 de la mañana), hoy tan solo he corregido algunos errores de puntuación, faltas y demás, pero no he querido modificar nada más porque la esencia de lo que creo es la misma y en ese momento me embargo un sentimiento que no creo que pudiera imitar ahora.

Florencio dijo...

Con 30 no puedes aportar lo mismo que aportaste con 20, pero no por ello dejas de ser menos valioso. No te digo que se tenga que estar siempre y de cualquier manera en primera línea (son decisiones personales), pero no te alejes demasiado.
A veces no estoy seguro sobre si te valoras en la medida que deberías.